LAS PLEGARIAS A LA VIRGEN Y A LOS SANTOS
- labibliaresponde
- 1 jun 2017
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Durante mucho tiempo se ha mencionado que los cristianos no creemos en María; sin embargo, están equivocados y tergiversando la realidad, nosotros creemos que la Biblia es la Palabra de Dios y creemos que María como muchas otras mujeres nombradas en la Biblia fueron personas al servicio de Dios e instrumentos que nuestro Padre Dios utilizó para enseñarnos su mensaje. Así como Eva, Sara, Raquel, Esther, Débora, Ruth, Nohemí y cientos de mujeres más nombradas en las Escrituras fueron siervas delante de Dios que, como María la madre de Jesús, nos enseñan a través de sus vidas cómo vivir en santidad agradando a Dios.
Ahora bien, Dios es un Dios Celoso y el no comparte su gloria con nadie y eso lo dice Dios mismo en su palabra: "No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No los adorarás ni los servirás; porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso..." (Exodo 20:4-6). Cuando estamos pidiéndole milagros y haciendo peticiones a una persona que ya murió en lugar de pedirle a Dios directamente, estamos atentando contra el segundo mandamiento de Dios.
Quizá muchas personas pueden decir: "pero yo le he pedido a María o a un Santo y se me ha cumplido el milagro". Sí, esto es posible por una razón muy importante y es la Fe. La palabra de Dios dice en Hebreos 11:1 que "la Fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve"; todo lo que creamos con fe es posible, sin embargo, si esa fe la estoy poniendo en la persona o cosa equivocada no me hace una persona conforme al corazón de Dios. La palabra de Dios menciona que sólo hay un Dios y que también hay un solo mediador entre Dios y los hombres, ese único mediador es JESUCRISTO (1Timoteo 2:5). Jesucristo es el único que puede mediar por nosotros ante el Padre por las siguientes razones que ninguna otra persona cumple y está escrito en su Palabra:
JESUCRISTO ES DIOS (Salmo 2: 7,12 - Juan 1:1, 10:30 - 1Timoteo 3:16 - Colosenses 2:9)
Él ES EL CORDERO PERFECTO (Hebreos 7:26, 9:14 - Efesios 5:2)
Él ES NUESTRO ABOGADO (1Juan 2:1)
Él VENCIÓ EL PECADO Y LA MUERTE (1Corintios 15: 55-57 - 1Timoteo 1:10 )
Él NUNCA PECÓ (Hebreos 4:15)
Él, SIENDO DIOS, RENUNCIÓ A SU DIVINIDAD (Filipenses 2: 5-11)
Él ESTÁ VIVO (Hebreos 7:25 - )
Él ES EL ÚNICO QUE HA RESUCITADO Y ESTÁ CON DIOS EN CUERPO GLORIOSO (Romanos 8:34 - Juan 11:25-26)
Cuando oramos a Santos o a personas que ya han muerto en realidad no estamos haciendo la voluntad de Dios y estamos idolatrando a ese santo o persona ya muerta poniéndola por encima de Dios e ignorando el sacrificio de Cristo que es perfecto; sólo por Él tenemos acceso al padre, sólo en Él tenemos perdón de pecados, sólo Él está sentado a la diestra de Dios, sólo Dios es omnipresente (Zacarias 4:2-10 - Salmo 139: 7-8 - 1Corintios 2:10) y puede escucharnos, ninguna otra persona o espíritu puede estar aquí en la tierra escuchándonos y también delante de Dios intercediendo por nosotros. Cuando la persona muere su espíritu no queda rondando por allí ni está rondando entre la tierra, el cielo y el infierno escuchandonos o intercediendo. ...Y además de todo esto, hay un gran abismo puesto entre nosotros y vosotros, de modo que los que quieran pasar de aquí a vosotros no puedan, y tampoco nadie pueda cruzar de allá a nosotros (Lucas 16:26).
La verdad es que María y cualquier otra persona o santo que ya haya muerto están esperando el día del juicio como todos los que ya murieron y no hay ninguna referencia bíblica escrita en la Palabra de Dios que diga que le pidamos a Dios en nombre de María, los santos o los muertos; tampoco está escrito en la Biblia que ella o cualquier otro santo sea como Dios omnipresente, omnipotente y omnisciente; estas son cualidades que sólo se le atribuyen a Dios, y mientras María está en el Cielo con Dios y con los que ya murieron en el Señor esperando el día del juicio, ella no sabe lo que las personas están haciendo aquí en la tierra, sólo Dios lo sabe. Así que es un problema de nosotros quienes estamos idolatrando a una persona y no de ella. El diablo y sus demonios sí conocen nuestra ignorancia de Las Escrituras:
Como padre de la mentira, el enemigo, nos ha hecho creer que María y demás santos nos escuchan e interceden por nosotros y él hace esto porque conoce su destino y su propósito es que nos perdamos con él, y utiliza la ignorancia que tenemos de Las Escrituras para tomar la forma de María, de seres queridos ya fallecidos, de siervos de Dios que ya han muerto y que han sido santificados después de su muerte para que le realicemos plegarias y levantemos imágenes; sin embargo Dios no desea esto, Dios quiere que leamos su palabra y creamos en la Verdad, pero por nuestra terquedad permite que nuestros ojos se cieguen; ...porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les enviará un poder engañoso, para que crean en la mentira, a fin de que sean juzgados todos los que no creyeron en la verdad sino que se complacieron en la iniquidad (2 Tesalonisenses 2:10-11)
Queridos amigos, nuestro propósito no es criticar a María porque la amamos como sierva del Señor, o hablar mal de algún santo o ser querido difunto, tampoco murmurar de alguna religión o apartarte de tu fe; por el contrario, queremos que tu fe permanezca colocada en el único Dios, queremos mostrarte el camino de Salvación y tú eres quien decides si lo quieres tomar, tú eres quien decide aceptar a Dios quien no acepta ni comparte su gloria, el único que tomó forma humana a través de Jesucristo y llevó el peso de nuestros pecados en su yugo para que tú y yo fuéramos perdonados:
"Porque El nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado, en quien tenemos redención: el perdón de los pecados" (2 Colosenses 1:13-14)
Y sólo a quienes en Él confían y a quienes lo reciben tienen la potestad de ser llamados hijos de Dios (Juan 1:12 - 3:18). Por eso te invitamos a leer la Palabra de Dios, Las Escrituras, La Biblia, allí es donde está toda la verdad porque Dios fue quien la inspiró y, a través de su Santo Espíritu, quien nos enseña, podemos entender Su Palabra. Toda literatura secular, toda enseñanza de hombres que contradiga su Palabra y desvíe a las personas de la Verdad no tendrá parte con el Señor (Apocalipsis 22:19 - Deuteronomio 4:2 , 12:32 - Proverbios 30:6).
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